viernes, 30 de diciembre de 2011

EL SUEÑO DE LIBERTAD


EL SUEÑO DE LIBERTAD 

Por Julian Sabogal Tamayo      

  

Las ideas que me propongo compartir a continuación son de naturaleza utópica. No entiendo la utopía en el sentido griego de ningún lugar, sino con el significado de racionalidad alternativa, aún no aceptada socialmente, que existe solo en la cabeza de una persona o de un pequeño grupo. Y, entiendo la libertad como la posibilidad real de disfrutar de una calidad de vida deseable; más abajo volveré sobre este concepto.

El punto de partida de mi propuesta es la pregunta siguiente:


La disyuntiva es una economía al servicio de los hombres y las mujeres o una economía per se, que subyugue a las personas. Esta pregunta no es nueva, pero su vigencia permanece. La economía que somete a las personas es la conocida por la historia de los últimos quinientos o seiscientos años y que se ha fortalecido extraordinariamente en las últimas décadas, la economía al servicio de las personas es la utopía. Todas las escuelas del pensamiento económico desarrollan su conceptualización de una economía per se, para ellas no existen las personas concretas. Es significativo, al respecto, el pensamiento neoclásico, uno de cuyos representantes afirmaba, para demostrar el carácter de ciencia pura que tiene la economía, lo siguiente: “el carácter de la ciencia propiamente dicha es la indiferencia total respecto a las consecuencias, ventajosas o perjudiciales, que se derivan de la búsqueda de la verdad pura”. Por su parte, las teorías del desarrollo, salvo pocas excepciones, identifican desarrollo con crecimiento económico. El supuesto que subyace a estas teorías es que el bienestar llegará como efecto del aumento en la producción. La metáfora preferida a este respecto es la de la torta, que supuestamente hay que aumentar primero para distribuirla después. La historia, sin embargo, ha demostrado que la torta no ha cesado de crecer, sin que el momento de distribuir llegue jamás. Pondré un ejemplo que demuestra claramente que el problema no es de crecimiento ni siquiera de producción. En este momento, los capitalistas del mundo invierten aproximadamente un billón (un millón de millones) de dólares por año en la industria de la guerra. Al mismo tiempo, en el planeta existen 1.200 millones de personas que viven con un dólar o menos por día, viven en la miseria. Supongamos que la cantidad de miserables pertenece a 250 millones de familias y pensemos en suspender la producción de armamento y distribuir el dinero entre los miserables; a cada una de las familias le correspondería 4.000 dólares por año, el equivalente a unos 12 millones de pesos colombianos, es decir, cada cabeza de familia podría recibir un millón de pesos colombianos mensualmente. Bastaría suspender la industria de la muerte para, simultáneamente, eliminar la miseria en la tierra.

El anterior razonamiento supone un cambio radical de paradigma. En el paradigma dominante, el capital se invierte en un proceso cualquiera, a condición de que sea rentable. Si intentamos explicarlo desde la Economía Política, podemos plantear el problema en los siguientes términos: D - ... - D’; se invierte un dinero para obtener otro mayor. El proceso intermedio no tiene la menor importancia, el fin primordial es D’, dinero incrementado. Cuando es posible obtener el incremento sin procesos intermedios: D – D’, intereses al capital de préstamo, esta alternativa se prefiere. De no ser posible tal alternativa, se puede preferir la compra para vender: D – M – D’, incremento del dinero por ganancia comercial. En última instancia, se puede acudir a la producción de nuevas mercancías: D – M ... M’ – D’, incremento del dinero por ganancia industrial. En todo caso, lo importante es el volumen del incremento del dinero, el plus-dinero. La utilidad que tengan los productos para las personas, carece de significado en este caso. Al respecto, un conocido sociólogo alemán, Max Weber, decía lo siguiente: “el summum bonum de esta ‘ética’ consiste en que la adquisición incesante de más y más dinero, evitando cuidadosamente todo goce inmoderado, es ...tan puramente imaginado como fin en sí, que aparece en todo caso como algo absolutamente trascendente e incluso irracional”. Esto explica porqué se invierte en la producción de armas de guerra o en tráfico de narcóticos; los resultados de estos procesos no prestan utilidad alguna, por el contrario, destruyen la vida. Mientras las inversiones en el tráfico de narcóticos produzcan altas ganancias, se continuarán haciendo, esto se corresponde con la lógica del sistema.

Una economía al servicio de la gente solo puede existir si se pasa a un paradigma nuevo, en el que lo fundamental sea la utilidad. Las preguntas fundamentales pasarían a ser, ¿qué producir? ¿Para quién es útil lo que se produce? En términos básicos, sería un rescate de la importancia del valor de uso de los productos. La pregunta no se dirigirá ya a la demanda efectiva, sino a las necesidades por satisfacer. Por supuesto, se trata de un paradigma utópico.

Al nuevo paradigma le corresponderá una nueva comprensión del desarrollo. Voy a entender por desarrollo a un proceso de cambio permanente, tendiente a mejorar la calidad de vida, en el sentido en que los colectivos humanos razonablemente lo desean.

Esto implica, en primer lugar, ver el desarrollo del lado de la gente. No estoy aceptando como válidas ninguna de las definiciones tradicionales, planteadas desde la economía per se. Se puede notar que no tomo de entrada los criterios de productividad del trabajo ni la tecnología ni el crecimiento medido por agregados macroeconómicos. La calidad de vida que se acepta debe ser la deseada por los colectivos humanos. Hablo de razonablemente no en el sentido de que obedezca a la razón en sentido occidental, lo deseable también puede responder a la imaginación, a la tradición, a las creencias mitológicas, etc. Utilizo el concepto razonable en el sentido de que sea alcanzable, en un plazo determinado. Por ejemplo, si un campesino de Barbacoas Nariño incluye en su calidad de vida deseable pasar sus vacaciones en otro planeta, ese deseo no sería razonable. Pero, si ese mismo campesino incluye en su calidad de vida deseable el derecho a vacaciones sería un deseo razonable.

EL SUEÑO

Que todos los hombres y las mujeres vivan libres: la posibilidad real de disfrutar la calidad de vida que tienen razones para desear.

Se trata de una manera diferente de comprender el concepto de libertad. Es un concepto más concreto que la tradicional comprensión abstracta de libertad humana; en esta nueva definición se supone que la libertad conlleva la posibilidad de su realización. La calidad de vida no puede ser solo un deseo, debe conllevar la materialización del deseo.

La concreción del sueño puede tener lugar a través de un modelo, que yo he llamado de convivencia de racionalidades, como lo muestra el gráfico. Cada forma de propiedad tiene una racionalidad propia.

MODELO DE DESARROLLO:

La historia parece indicar que la sola racionalidad de la propiedad capitalista o satisface las aspiraciones del género humano, como lo ratifiqué con ejemplos, más arriba, y tampoco la eliminación de la propiedad privada y su transformación en propiedad estatal resolvió la aspiración humana. Pero la combinación de racionalidades diferentes, puede constituirse en un experimento histórico interesante. A mi entender la forma cooperativa es superior a la privada, pero no todas las personas pueden ser obligadas a aceptar determinada forma de propiedad; muchos individuos desean la propiedad individual.

Los propietarios capitalistas no deben ser eliminados, pero esa forma de propiedad tampoco puede destruir libertad y vida humana a cambio de rentabilidad, el Estado debe definir las reglas de juego para que la forma capitalista de propiedad conviva con otras. Los obreros continuarán siendo tales y parte de su trabajo seguirá tomando la forma de ganancia para el capitalista, pero el patrón deberá someterse a determinadas condiciones y no podrá abusar de los asalariados en la compraventa de una mercancía como la fuerza de trabajo cuya oferta es siempre mayor que la demanda. Es decir, los capitalistas deberán someterse a una política salarial estricta que defienda los intereses de los más débiles, en este caso los asalariados. De igual manera, todas las otras formas de propiedad, aceptarán las reglas de juego que garantice la convivencia.

El modelo supone que las formas de propiedad no desaparecen “naturalmente”. Algunas formas de propiedad suelen desaparecer cuando son eliminadas por otras que presentan mayor productividad, pero esto solo sucede en competencia sin controles y cuando el objetivo último es la rentabilidad. En unas condiciones, como las supuestas, donde el objetivo último es la calidad de vida de las personas, es posible la convivencia de racionalidades diferentes.

Este modelo implica la existencia de un Estado en el que tengan representación todas las racionalidades, en una suerte de contrato social, que garantice el cumplimiento de las reglas del juego. Los participantes en el contrato estarán vigilantes no solamente de que las reglas se cumplan, sino de que ninguno en particular tenga la oportunidad de multiplicar su fuerza individual y cambiarlas.

El fin último del modelo es el mejoramiento de la calidad de vida de todos los asociados. Para ello se debe garantizar una canasta mínima de calidad de vida. La realización del sueño de libertad consiste en que la totalidad de los asociados disfrute al menos de dicha canasta.

Los medios para satisfacer necesidades básicas serán iguales para todos, porque nadie puede aspirar a consumir diariamente más calorías ni más vitaminas ni más proteínas de las necesarias para una vida saludable. Lo esencial es que el disfrute de una canasta básica sea un derecho de todos los asociados y no la posibilidad abstracta de ser obtenidos en competencia “libre”.

Las cantidades concretas de determinado bien, que satisfagan una necesidad básica, serán definidas por los expertos en el tema en cada momento histórico y en cada región. Los nutricionistas se encargarán de precisar, por ejemplo, cuántas calorías son necesarias para un trabajador del campo, para un niño de escuela, para un escritor de la tercera edad, etc.
 
Algunos bienes que proporcionan calidad de vida se pueden disfrutar sin perjuicio de nadie, otros en cambio deberán ser contemplados en el contrato social. El consumo de proteínas no será perjudicial para terceros, incluso en cantidades dañinas para la salud personal. En cambio las preferencias sexuales no podrán incluir abuso a menores o las preferencias religiosas no podrán incluir el suicidio colectivo.

Con relación a los medios para satisfacer necesidades más allá de las básicas, cada persona puede optar por más de uno y menos de otro. Una persona podrá, por ejemplo, elegir la opción de disponer de mayor tiempo de ocio y a cambio usar vestidos menos lujosos o tener menos electrodomésticos en su casa o usar un auto más modesto. Otra persona podrá renunciar al tiempo de ocio y dedicar sus esfuerzos a buscar alternativas de hacer rentable su capital o a obtener más ingresos para adquirir más electrodomésticos, etc. Lo que diferencia el paradigma propuesto, en última instancia, es que lo importante es determinada calidad de vida y los medios para adquirirla están condicionados por aquella. En el paradigma actual, en cambio, existe un gran esfuerzo en la adquisición de medios materiales, muchos de ellos inútiles e incluso perjudiciales. En el nuevo paradigma tendrán sentido preguntas como estas:
¿Trabajo 18 horas diarias y compro un auto de cincuenta millones de pesos o dedico seis horas por día a ver cine y leer poesía y compro un auto de solo diez millones? ¿Ahorro dinero para comprar una finca con cultivos y ganado o gasto el dinero viajando por el mundo?

TENDENCIAS
Revista de la Facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas.
Vol. IV. No.1
Julio de 2003, páginas 163-170
Universidad de Nariño
Julian Sabogal Tamayo, Economista. Presidente del CODECYT de Nariño, director del Sistema de Investigaciones de la Universidad de Nariño, miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, Doctor Honoris Causa .




miércoles, 28 de diciembre de 2011

VIENEN POR EL RESTO


“VIENEN POR EL RESTO”

Hace aproximadamente 500 años la explotación aurífera española sobre nuestro territorio marcó el camino del empobrecimiento y la destrucción de América; desde entonces no ha parado la explotación de los recursos naturales en Colombia.

 Aproximadamente 8 años Policarpa soportó la asonada más dura de la historia cuando los verdes campos y especialmente las riveras de los fuentes hídricas se revistieron de la mata que calmó el hambre a todas las familias policarpenses porque directa o indirectamente nos dio trabajo, pero acabamos con especies animales y vegetales, envenenamos los alimentos, empeoramos la salud, deterioramos la fertilidad del suelo y acabamos con la “paz” y la tranquilidad que disfrutábamos en los campos; pero hoy comienza en Policarpa la arremetida contra la vida que no tiene precedentes en la historia destructiva del medio ambiente:  

         “la explotación minera”.

Si la vez pasada nos dejaron pobres cuando sólo utilizaron la fuerza bruta de nuestros antepasados, ¿cómo quedaremos ahora con la ayuda de la ciencia, la tecnología y la complicidad del gobierno? Simplemente, vienen por el resto.

A través de los tratados internacionales, las multinacionales en asocio con algunos capitalistas nacionales, han logrado que el lacayo gobierno nacional autorice entrar a nuestros municipios bajo el argumento que el estado es dueño del subsuelo y que por lo tanto puede disponer de él, desconociendo que quienes vivimos sobre él, hemos construido nuestra vida, nuestros  sueños y nuestras esperanzas con sudor, lágrimas y sangre; pero para el gobierno no importa eso y muy pronto, si no actuamos ya, miraremos rodar nuestros cultivos, desviar y desaparecer ríos, quebradas y selvas; miraremos que nuestros hijos nacen con malformaciones producto de los residuos químicos; a más de nacer enfermos, tendrán una alimentación escasa y de mala calidad, pues los suelos acabarán de perder su fertilidad;  los mineros artesanos ya no tendrán en la batea la esperanza del sustento diario y  el Bajo Patía ya no disfrutará del coqueteo de las aves bajo sus románticas palmeras

 Recordemos que esta actividad no es iniciativa del alcalde y que tampoco es tarea solamente de él; esta es tarea de todos. Del gobierno no podemos esperar ayuda; pues los países están bajo la solvencia económica del Banco Mundial y éste es el mayor prestamista de las multinacionales, como es el caso de La Montana a quien el banco la patrocinó con 870’000.000 de dólares.
No es raro que las compañías lleguen ofreciendo buenas garantías a las comunidades, pero eso se desmiente cuando entran en su propio transporte, llevan su  mercado y la mano de obra que utilizan de la zona es mínima; sólo tendremos que conformarnos con el arriendo de nuestras fincas mientras esperamos que nos devuelvan las piedras y socavones a cambio de nuestros cultivos, fuentes hídricas y bellezas naturales como La Herradura. Así que vayan guardando la foto para el baúl de los recuerdos.

En nuestro caso, la empresa que está adelantando estudios es la misma que está operando en Los Andes Sotomayor, Cumbitara y La Llanada y que ya notificaron de su presencia a personería y a algunas escuelas como La Toldada. La compañía es:

ANGLOGOLD ASHANTI COLOMBIA Greenfields Exploration Americas
Av. Calle 16 N° 7-15
Piso 8 Edif. Cusezar- Bogotá D.C. juribeh@anglogoldashanti.com;
Celular: 3122037793, 3206800688. Gerente: Julio César Uribe Hermocillo.

Invito a los compañeros docentes, a población civil y a todas las autoridades que estemos a la vanguardia para defender nuestros derechos y que no seamos nosotros los que tengamos que contar  nuestros propios testimonios.

"Entre Mares" tiene "secos" a 40 mil habitantes del Valle de Siria –Honduras.

Entre Mares es una empresa minera que operó en Honduras y que hoy sus habitantes relatan su propio drama:

Ana Julia Vaca, una pobladora del Valle de Siria, recuerda que al principio les prometieron cuadernos, lápices y borradores, les dijeron que construirían puentes, parques, viviendas, escuelas, centros de salud y hospitales. Con el paso del tiempo, todo quedó en el olvido. Sólo han recibido migajas, teñidas del dolor y la sangre del gran banquete que beneficia a los empresarios mineros.

“El primer derecho que se nos violó es que esta mina arrasó con nuestra comunidad. Esa experiencia no la olvido: el sufrimiento de ver cómo fue destruida la comunidad de mis bisabuelos, mis abuelos y mis padres. Había vivido aquí 38 años”,.. Los sacaron de allí por la fuerza, recuerda Arteaga.

“Hoy, las tierras y el pasto cercano a las zonas donde funciona la mina también están contaminados. Contaminado también el ganado, su carne y su leche. Y contaminados el queso, la mantequilla y el requesón. Contaminada el agua se contamina todo. Las mujeres y los niños nos enfermamos más…”

Juan Almendarez, un médico que conoce desde hace ocho años los problemas de salud de la población del Valle de Siria, hace un recuento de las enfermedades que ha ocasionado la contaminación de aguas y suelos con metales pesados, como el plomo, el cianuro y el arsénico: dolencias de la piel, enfermedades nerviosas, escaso crecimiento en niñas y niños, problemas de la vista, enfermedades respiratorias, leucemia, anemia…   “Era una muerte anunciada”


Etelberto Ibarra Cabrera.
Docente C. E. Campo Alegre – Policarpa- Nariño.
Celular: 3122845691.

Policarpa


La actual Policarpa fue poblada antes de la llegada de los españoles por dos grupos indígenas, los Chapanchicas y los Sindaguas. Los primeros vivieron en un periodo de desarrollo correspondiente al Pre – Arcaico y por ende eran tribus concheras, como la demuestran los restos arqueológicos por ellos dejados; mientras tanto los Sindaguas lograron un nivel de desarrollo que los ubicó arqueológicamente en el Arcaico y a pesar de que eran tribus guerreras se ubicaron a las orillas del río Patía en donde se dedicaron en un comienzo a la horticultura y después a la agricultura. A raíz de que el mencionado río es rico en oro, los Sindaguas lo obtenían con un método parecido al mazamorreo y lo trabajaban empleando el sistema de laminado, con el que produjeron hermosas piezas orfebres y que actualmente se exhiben en los museos de la ciudad de San Juan de Pasto (Museo del oro del Banco de la República) y de la capital del hermano país del Ecuador, quito (Museo del Banco Central). Este hecho ha permitido demostrar que los indígenas Sindaguas tuvieron nexos comerciales con la cultura Piartal la cual pobló a gran parte de la zona andina Nariñense llegando hasta la ciudad Ecuatoriana de Tulcán a través de los invasores incas, quienes denominaron “TUNKAHUAN” (palabra quechua que significa: Pueblo que vive entre montañas) a la región en donde habitaron aquellos indígenas indómitos.

Durante la época del dominio español, los Sindaguas se sublevaron contra ese dominio, hecho que culminó con el CASTIGO de los principales cabecillas o representante de aquella raza guerrera, formándose así la región del Castigo, sitio donde se acabaron las últimas ilusiones realistas de Colombia y de América con la derrota de Agustín Agualongo y en donde acontecieron hechos bélicos de notable importancia durante la “Guerra de los Mil días”.

Algunos historiadores coinciden – entre ellos, José Rafael Sañudo – de que en los primeros días de la conquista de Nariño, se fundó en el año de 1542 la ciudad de Madrigales por orden de Don Sebastián de Belalcázar, en la orilla del río Patía y específicamente en el sitio conocido como Nachao y en donde se ubica actualmente el Corregimiento de El Ejido, sitio en donde se hallan los antiguos cimientos de las casas y fue el visitador Thomas López quien en el año de 1558 aconsejó a sus habitantes trasladarse a un sitio que tuviera mejores condiciones para vivir y por ello se decidió ubicar al joven poblado en Madrigales, sitio redescubierto por el explorador nariñense Juan Pablo Guerrero en 1876. En lo referente al casco urbano de Policarpa, parece que se pobló con gente que alguna vez se refugió en el Castigo y que en las primeras décadas del actual siglo, el inspector Melchor Guerra trasladó la población al sitio denominado como “Casa Fría”, cerca de Chita.

Tomado de http://policarpa-narino.gov.co




martes, 29 de noviembre de 2011

La cibernética social proporcional y la economía.

La llamada “ciencia económica” tiene su origen en Europa en forma de tres grandes modelos: el Liberalismo Económico (Adam Smith) que todo lo somete al todopoderoso mercado, el modelo de Intervencionismo del Estado (J. M. Keynes) surgido en la era de la postcrisis capitalista de 1929 como respuesta al fracaso del anterior, que sustenta al Estado como agente capaz de compensar las inconsistencias e injusticias de su majestad el mercado y el Modelo Socialista (C. Marx) como otra respuesta al fracaso de los dos anteriores, modelo que toca la propiedad de los medios de producción pero no el mercado e instaura la dictadura del Estado como solución de las inequidades. Todos estos modelos en la práctica han demostrado su fracaso y el pensamiento económico conocido es incapaz de dar soluciones al hambre, la pobreza, la exclusión, el deterioro ambiental y  la postración espiritual del hombre.

El Neoliberalismo es el mismo modelo liberal privatizador, fundamentado en el libre mercado como mecanismo de acumulación y riqueza. Después del Consenso de Washington, se estructura como un modelo teórico que es la Nueva Síntesis Neoclásica, un modelo econométrico que combina a Keynes (curva de Phillips) y a Friedman (ecuación de cambio), capaz de alimentar la razón “científica” de los estudiosos y de ocultar bajo la teoría, su verdadera faz depredadora.

Al eurocentrismo económico se le pueden hacer al menos dos objeciones: la primera es que en nuestra América ancestral, amerindia, existía un pensamiento que incluía una envidiable solución de la economía de nuestros pueblos y que hoy renace como un nuevo pensamiento económico latinoamericano, que  existe como una corriente propia que rescata nuestro pensamiento ancestral y la segunda, es el surgimiento de un pensamiento complejo, basado en el principio cuántico de la incertidumbre, pues no existen verdades absolutas sino procesos de construcción, que reivindica la armonía con la naturaleza como principio regulador de las actividades del hombre en tanto prioriza al bien común como soporte de la organización socioeconómica.

Inmerso en esta corriente, la Cibernética Social Proporcional del Doctor Waldemar de Gregori (brasileño), explica la programación cerebral (matrix) a la cual nos someten, en forma de un pensamiento que acepta como normal el desequilibrio, la injusticia y las inequidades. Un pensamiento que se enseña en las universidades como “teoría económica” y que no son sino conceptos subjetivos y modelados, para justificar lo injustificable, el daño ambiental, el lucro como mecanismo de acumulación y riqueza, el hambre y la pobreza física y espiritual de la humanidad. Un pensamiento con el cual actuamos todos, y con el cual nos sentimos cómodos, por considerarlo útil, lógico e insustituible porque no sabemos que hay otra forma de pensar lo económico.

La Cibernética Social Proporcionalista  es una síntesis forjada a partir de los nuevos conceptos de la teoría de sistemas, la teoría de la relatividad, la física cuántica, las nuevas de la química y la biología, la “noología”, etc., que conducen a tratar las cosas en su totalidad, de lo cual deriva un mundo más amplio y complejo. Incluye un diseño teórico de la energía triádica, de cómo los sistemas se interrelacionan y de cómo la mente tiene un papel fundamental para construir un modelo pertinente, un modelo económico propio, tal como lo señaló Simón Rodríguez, “o inventamos o erramos” como alternativa para aquellos que cuando se estaba rompiendo el pasado colonial, quisieron asemejarse a los modelos franceses, ingleses y norteamericanos en lugar de realizar la utopía en América.

La manipulación de las funciones cerebrales fueron los mitos religiosos, políticos, económicos y científicos que durante siglos condujeron a la humanidad con un paradigma monádico, reduciendo todo al unanimismo y a la creencia. Era la dictadura del cerebro central que en lo económico era el triunfo de la “maximocracia” y el desequilibrio a favor de los amos del mundo.





Cerebro Central – Modelos monádicos.

Se refleja en todos los modelos de crecimiento económico conocidos desde el esclavismo, el feudalismo, capitalismo y la globalización. En realidad toda la llamada ciencia económica es una ciencia orientada al crecimiento y a justificar en la teoría las bondades del lucro y la acumulación de riqueza. Una economía que crece, incrementa el PIB, aumenta las ventas, construye más infraestructura, más obras de urbanismo, aumenta el parque automotor y demás bienes y servicios, aumenta el consumo y la opción de acceder a una vida más cómoda.
Para crecer, las personas buscan poder, riqueza,honores y títulos, en tanto se fortalece una sociedad del egoismo, de individuos homogenizados, se concentra la riqueza y se amplía la pobreza, aumenta la contaminción ambiental, se agotan los recursos naturales no renovables, las personas que gozan del privilegio de un empleo viven exhaustas, víctimas de una sensación de vacío, hay malestar social, crecen todas las formas de violencia cuyos protagonistas son los excluidos del modelo, el hombre envejece y muere sin respuestas porque ha muerto su espíritu.

En Cibernética Social, desde 1970 se empezó a usar la teoría de los dos cerebros, pensamiento lógico y pensamiento creativo y desde 1980 se empezó a usar la teoría del cerebro triádico.  La introducción de los modelos de desarrollo en la economía significó un reto a la “maximocracia” de los modelos monádicos dominantes y que la humanidad hable de derechos, a la salud, a la educación, etc., y la estructuración de corrientes desarrollistas y del bienestar en torno a flexibilizar la dictadura del cerebro central.




Cerebro Central + Cerebro Izquierdo – Modelos Diádicos.

Se refleja en la prevalencia de los modelos de crecimiento en convivencia con modelos de desarrollo económico, siendo la economía del bienestar su máxima expresión. Tratan de compensar la dictadura de los modelos monádicos del crecimiento e incluyen el acceso a la educación, la recreación, vivienda y la seguridad social de la población. La sociedad vive una vida cómoda pero vacía, mecánica y solitaria. En su disputa contra la hegemonía de los monádicos (oficiales), los modelos diádicos (antioficiales) se disputan el acceso a las migajas del crecimiento, mayor participación política, democracia, libertad de prensa, derechos de asociación y derechos humanos.

La cibernética social tiene como propósito construir la V Amerinidia convirtiéndose en un instrumento que permita atraer y unificar a los pueblos de latinoamérica. Se la debe entender como la tecnociencia de la auto-organización, de la auto-información y de la auto-conducción de las personas y las comunidades en los tres campos estratégicos del juego de la vida, o sea, el pensar, el sentir y el actuar.

Es una evolución del pensamiento por medio del método triádico y la ética proporcionalista, que permite a las personas acceder a la auto-transformación o auto-regulación de acuerdo con los niveles de energía: los humanos se desenvuelven en un proceso de aprendizaje para la auto-conducción, creciendo en autonomía frente a la rigidez impuesta por los anteriores niveles de energía. El resultado son múltiples dinámicas, ambiental, de grupo, prestusuaria (el hombre productor y consumidor al mismo tiempo, es decir, prosumidor), dinámica universal sobre la base de una dinámica individual que es cuando el hombre viejo se transforma en un hombre nuevo (Neo), como resultado de ejercer de manera consciente e inalienable el derecho a su autonomía, autoconocimiento, autocreación y autogobierno.

El resultado es , sobre la base de un hombre libre que es un SER consciente, productivo y feliz. Este es el hombre nuevo que esta pariendo la madre tierra, un hombre con un corazón puro y una mente llena de conocimientos como opuesto al sumiso ser homogenizado, competitivo, individualista y pusilánime de la globalización neoliberal. 







Cerebro Proporcional – Modelos Triádicos.

Se reflejan en modelos alternativos y pertinentes con el hombre. Si los modelos de crecimiento económico se basan en el lucro y el egoismo (“racionalidad capitalista”), si los modelos de desarrollo se fundan en la comodidad y el bienestar, ambos a costa de la exclusión social y el daño al planeta, estos modelos se basan en la proporcionalidad, en el equilibrio como base de una sociedad feliz, capaz de convivir con alegría, de ejercer el derecho a disfrutar de un corazón puro, del derecho de acceder al bien común, de recrearse con el ocio creativo, de ejercer la individualidad, desplegar la autonomía y la libertad y el derecho a construir su espíritu personal y colectivo convirtiendo la vida en una oportunidad de trascender. Así se cumple el mandato de Jorge Eliécer Gaitán  “no es el hombre el que debe estar al servicio de la economía, sino la economía al servicio del hombre”, que también significa que la tecnología, el conocimiento, la ciencia, los recursos, etc., deben estar al servicio del hombre porque son un bien común, es decir, un patrimonio de la humanidad no sujetos a precio ni a las leyes del mercado.
En su Discurso de Angostura, Bolivar pronuncia 11 veces la palabra felicidad. He aquí algunas de sus enseñanzas: “Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud…” “… debe inspiraros el acierto de escoger la naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la felicidad del pueblo; si no acertáis, repito, la esclavitud será el término de nuestra transformación…” “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible...” que se convierte en una obsesión por la vida que repite hasta el final en su última proclama: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria….”

Estos hombres y comunidades inician el proceso de construcción de los modelos triádicos alternativos al pensamiento único globalizado, buscan la verdad, no engañando ni dejándose engañar (cerebro izquierdo), se comprometen como ciudadanos con algún nivel de vivencia para todos - justicia social (cerebro central) y pautan una justicia triádica en la convivencia, en que derechos y deberes, ganancias y pérdidas, se comparten proporcionalmente (cerebro derecho) para restituir el equilibrio en lo económico, en lo social y en lo ambiental.