martes, 29 de noviembre de 2011

La cibernética social proporcional y la economía.

La llamada “ciencia económica” tiene su origen en Europa en forma de tres grandes modelos: el Liberalismo Económico (Adam Smith) que todo lo somete al todopoderoso mercado, el modelo de Intervencionismo del Estado (J. M. Keynes) surgido en la era de la postcrisis capitalista de 1929 como respuesta al fracaso del anterior, que sustenta al Estado como agente capaz de compensar las inconsistencias e injusticias de su majestad el mercado y el Modelo Socialista (C. Marx) como otra respuesta al fracaso de los dos anteriores, modelo que toca la propiedad de los medios de producción pero no el mercado e instaura la dictadura del Estado como solución de las inequidades. Todos estos modelos en la práctica han demostrado su fracaso y el pensamiento económico conocido es incapaz de dar soluciones al hambre, la pobreza, la exclusión, el deterioro ambiental y  la postración espiritual del hombre.

El Neoliberalismo es el mismo modelo liberal privatizador, fundamentado en el libre mercado como mecanismo de acumulación y riqueza. Después del Consenso de Washington, se estructura como un modelo teórico que es la Nueva Síntesis Neoclásica, un modelo econométrico que combina a Keynes (curva de Phillips) y a Friedman (ecuación de cambio), capaz de alimentar la razón “científica” de los estudiosos y de ocultar bajo la teoría, su verdadera faz depredadora.

Al eurocentrismo económico se le pueden hacer al menos dos objeciones: la primera es que en nuestra América ancestral, amerindia, existía un pensamiento que incluía una envidiable solución de la economía de nuestros pueblos y que hoy renace como un nuevo pensamiento económico latinoamericano, que  existe como una corriente propia que rescata nuestro pensamiento ancestral y la segunda, es el surgimiento de un pensamiento complejo, basado en el principio cuántico de la incertidumbre, pues no existen verdades absolutas sino procesos de construcción, que reivindica la armonía con la naturaleza como principio regulador de las actividades del hombre en tanto prioriza al bien común como soporte de la organización socioeconómica.

Inmerso en esta corriente, la Cibernética Social Proporcional del Doctor Waldemar de Gregori (brasileño), explica la programación cerebral (matrix) a la cual nos someten, en forma de un pensamiento que acepta como normal el desequilibrio, la injusticia y las inequidades. Un pensamiento que se enseña en las universidades como “teoría económica” y que no son sino conceptos subjetivos y modelados, para justificar lo injustificable, el daño ambiental, el lucro como mecanismo de acumulación y riqueza, el hambre y la pobreza física y espiritual de la humanidad. Un pensamiento con el cual actuamos todos, y con el cual nos sentimos cómodos, por considerarlo útil, lógico e insustituible porque no sabemos que hay otra forma de pensar lo económico.

La Cibernética Social Proporcionalista  es una síntesis forjada a partir de los nuevos conceptos de la teoría de sistemas, la teoría de la relatividad, la física cuántica, las nuevas de la química y la biología, la “noología”, etc., que conducen a tratar las cosas en su totalidad, de lo cual deriva un mundo más amplio y complejo. Incluye un diseño teórico de la energía triádica, de cómo los sistemas se interrelacionan y de cómo la mente tiene un papel fundamental para construir un modelo pertinente, un modelo económico propio, tal como lo señaló Simón Rodríguez, “o inventamos o erramos” como alternativa para aquellos que cuando se estaba rompiendo el pasado colonial, quisieron asemejarse a los modelos franceses, ingleses y norteamericanos en lugar de realizar la utopía en América.

La manipulación de las funciones cerebrales fueron los mitos religiosos, políticos, económicos y científicos que durante siglos condujeron a la humanidad con un paradigma monádico, reduciendo todo al unanimismo y a la creencia. Era la dictadura del cerebro central que en lo económico era el triunfo de la “maximocracia” y el desequilibrio a favor de los amos del mundo.





Cerebro Central – Modelos monádicos.

Se refleja en todos los modelos de crecimiento económico conocidos desde el esclavismo, el feudalismo, capitalismo y la globalización. En realidad toda la llamada ciencia económica es una ciencia orientada al crecimiento y a justificar en la teoría las bondades del lucro y la acumulación de riqueza. Una economía que crece, incrementa el PIB, aumenta las ventas, construye más infraestructura, más obras de urbanismo, aumenta el parque automotor y demás bienes y servicios, aumenta el consumo y la opción de acceder a una vida más cómoda.
Para crecer, las personas buscan poder, riqueza,honores y títulos, en tanto se fortalece una sociedad del egoismo, de individuos homogenizados, se concentra la riqueza y se amplía la pobreza, aumenta la contaminción ambiental, se agotan los recursos naturales no renovables, las personas que gozan del privilegio de un empleo viven exhaustas, víctimas de una sensación de vacío, hay malestar social, crecen todas las formas de violencia cuyos protagonistas son los excluidos del modelo, el hombre envejece y muere sin respuestas porque ha muerto su espíritu.

En Cibernética Social, desde 1970 se empezó a usar la teoría de los dos cerebros, pensamiento lógico y pensamiento creativo y desde 1980 se empezó a usar la teoría del cerebro triádico.  La introducción de los modelos de desarrollo en la economía significó un reto a la “maximocracia” de los modelos monádicos dominantes y que la humanidad hable de derechos, a la salud, a la educación, etc., y la estructuración de corrientes desarrollistas y del bienestar en torno a flexibilizar la dictadura del cerebro central.




Cerebro Central + Cerebro Izquierdo – Modelos Diádicos.

Se refleja en la prevalencia de los modelos de crecimiento en convivencia con modelos de desarrollo económico, siendo la economía del bienestar su máxima expresión. Tratan de compensar la dictadura de los modelos monádicos del crecimiento e incluyen el acceso a la educación, la recreación, vivienda y la seguridad social de la población. La sociedad vive una vida cómoda pero vacía, mecánica y solitaria. En su disputa contra la hegemonía de los monádicos (oficiales), los modelos diádicos (antioficiales) se disputan el acceso a las migajas del crecimiento, mayor participación política, democracia, libertad de prensa, derechos de asociación y derechos humanos.

La cibernética social tiene como propósito construir la V Amerinidia convirtiéndose en un instrumento que permita atraer y unificar a los pueblos de latinoamérica. Se la debe entender como la tecnociencia de la auto-organización, de la auto-información y de la auto-conducción de las personas y las comunidades en los tres campos estratégicos del juego de la vida, o sea, el pensar, el sentir y el actuar.

Es una evolución del pensamiento por medio del método triádico y la ética proporcionalista, que permite a las personas acceder a la auto-transformación o auto-regulación de acuerdo con los niveles de energía: los humanos se desenvuelven en un proceso de aprendizaje para la auto-conducción, creciendo en autonomía frente a la rigidez impuesta por los anteriores niveles de energía. El resultado son múltiples dinámicas, ambiental, de grupo, prestusuaria (el hombre productor y consumidor al mismo tiempo, es decir, prosumidor), dinámica universal sobre la base de una dinámica individual que es cuando el hombre viejo se transforma en un hombre nuevo (Neo), como resultado de ejercer de manera consciente e inalienable el derecho a su autonomía, autoconocimiento, autocreación y autogobierno.

El resultado es , sobre la base de un hombre libre que es un SER consciente, productivo y feliz. Este es el hombre nuevo que esta pariendo la madre tierra, un hombre con un corazón puro y una mente llena de conocimientos como opuesto al sumiso ser homogenizado, competitivo, individualista y pusilánime de la globalización neoliberal. 







Cerebro Proporcional – Modelos Triádicos.

Se reflejan en modelos alternativos y pertinentes con el hombre. Si los modelos de crecimiento económico se basan en el lucro y el egoismo (“racionalidad capitalista”), si los modelos de desarrollo se fundan en la comodidad y el bienestar, ambos a costa de la exclusión social y el daño al planeta, estos modelos se basan en la proporcionalidad, en el equilibrio como base de una sociedad feliz, capaz de convivir con alegría, de ejercer el derecho a disfrutar de un corazón puro, del derecho de acceder al bien común, de recrearse con el ocio creativo, de ejercer la individualidad, desplegar la autonomía y la libertad y el derecho a construir su espíritu personal y colectivo convirtiendo la vida en una oportunidad de trascender. Así se cumple el mandato de Jorge Eliécer Gaitán  “no es el hombre el que debe estar al servicio de la economía, sino la economía al servicio del hombre”, que también significa que la tecnología, el conocimiento, la ciencia, los recursos, etc., deben estar al servicio del hombre porque son un bien común, es decir, un patrimonio de la humanidad no sujetos a precio ni a las leyes del mercado.
En su Discurso de Angostura, Bolivar pronuncia 11 veces la palabra felicidad. He aquí algunas de sus enseñanzas: “Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud…” “… debe inspiraros el acierto de escoger la naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la felicidad del pueblo; si no acertáis, repito, la esclavitud será el término de nuestra transformación…” “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible...” que se convierte en una obsesión por la vida que repite hasta el final en su última proclama: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria….”

Estos hombres y comunidades inician el proceso de construcción de los modelos triádicos alternativos al pensamiento único globalizado, buscan la verdad, no engañando ni dejándose engañar (cerebro izquierdo), se comprometen como ciudadanos con algún nivel de vivencia para todos - justicia social (cerebro central) y pautan una justicia triádica en la convivencia, en que derechos y deberes, ganancias y pérdidas, se comparten proporcionalmente (cerebro derecho) para restituir el equilibrio en lo económico, en lo social y en lo ambiental.




1 comentario:

  1. Hay una semejanza en la concepción inca:allinta munay, allinta yachay, allinta ruhuay! esa es la inspiracion?

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